El camino no es hacia la derecha o la izquierda, es hacia adelante por un planeta compartido, no repartido.


RECTIFIQUEMOS

miércoles, noviembre 23, 2005

Causa - Inseguridad y Delincuencia III

Frank Moya Pons en su Manual de Historia Dominicana nos dice: “A las siete de la mañana del día 9 (Febrero) los miembros del ayuntamiento esperaban en la Puerta del Conde al Presidente Boyer (haitiano) para acompañarlo a la Sala Municipal donde se le rindieron honores como Presidente y “el ciudadano José Núñez de Cáceres le entregó las llaves de la ciudad”. Después del acto, en que se aclamó vivamente la Independencia, la Republica y al Presidente, todos pasaron “para presenciar un Te Deum”. Así terminó la dominación colonial española en Santo Domingo y comenzó la ocupación haitiana de la parte oriental de la isla que duró 22 años”.

Después de “aclamar vivamente la independencia, la República (de Haití) y al Presidente (Boyer)”, comenzó el acomodamiento sin rubor ni vergüenza, sin pruritos y mucho menos la natural congoja de aquel que ha sido invadido. Ya conocemos estos re acomodamientos en nuestra sociedad actual cuando se producen cambios de partidos gobernantes, ni más ni menos, los partidos o banderas no importan, “hay que ponerse donde el capitán lo vea”, hay que caer simpático y ser colaborador para obtener los favores y migajas que caen de la mesa del poder.

Eso hicieron los cazadores de dignidades y beneficios, y eran en tal cantidad que pudieron organizar el partido boyerista. Haitiano, francés, español, americano, el idioma no es importante, lo que importa es estar, es una cultura manifestada desde el principio hasta hoy día y por supuesto, el idealismo “ingenuo” de Duarte no podía significar mucho para “ellos”, ¿cómo entender que el joven Duarte sacrificara la fortuna familiar para correr detrás de un sueño sin beneficios?

Un movimiento haitiano en Puerto Príncipe derroca el gobierno de Boyer e instala un Gobierno Provisional, el cual convoca a elecciones municipales en toda la isla para el día 15 de Junio de 1843, elecciones que fueron ganadas en su mayoría por los miembros de la Trinitaria en el sector oriental, victoria que agudizaría la lucha contra la dominación haitiana e hizo que el General Gerard iniciara la persecución de los trinitarios en todo el país, obligando a Duarte a embarcarse subrepticiamente hacia Saint Thomas para evadir dicha persecución. La victoria en esas elecciones indica el apoyo mayoritario de los habitantes del lado oriental de la isla a los trinitarios, a sus planteamientos sociales y políticos, esto debe quedar claramente establecido.

Frank Moya Pons en su Manual de Historia, página 279 nos dice: “ Así nació la República Dominicana, gracias a la dedicación y a la actividad de los trinitarios, quienes a última hora tuvieron que aliarse con el antiguo partido boyerista de Santo Domingo, cuyos líderes principales se encontraban en desgracia, entre ellos Tomás Bobadilla y José Joaquín Puello, quienes poseían un enorme prestigio entre la clase alta de la Capital, el primero, y entre las masas de color, el segundo. Y fue precisamente ese prestigio lo que influyó para que el 1 de Marzo de 1844, cuando se organizó la Junta Central Gubernativa en sustitución del Comité Insurreccional, resultara electo presidente de la misma Tomás Bobadilla en lugar de Francisco del Rosario Sánchez, quien hasta entonces había encabezado el movimiento y quien vio desvanecerse así el plan acordado por los trinitarios de mantener el control político del Gobierno a través del ejercicio de la presidencia de la Junta.”

Este hecho merece algunos cuestionamientos: ¿Por qué a última hora tuvieron que buscar alianza, si en la elección municipal celebrada un año antes los trinitarios habían resultado apoyados y aprobados por la mayoría de los habitantes del lado oriental? ¿Alianza con quien y para qué? ¿Cómo una organización celular clandestina de dirección centralizada, pierde su control sorpresivamente? ¿Cómo que en lugar de Francisco del Rosario Sánchez que encabezaba el movimiento, resultó electo Tomás Bobadilla y electo por quien?

Esas respuestas deben ser establecidas porque en ese momento nos robaron el país y festinaron el nacimiento de la nación. Cuando alguien compra una casa, aunque sea la misma por la que pagó siempre alquiler, su actitud e interés cambian respecto a la casa, ahora es mía (nuestra) y se comienza a cuidar diferente, se comienzan a arreglar los desperfectos que antes motivaban nuestras quejas pero no nuestra acción, comenzamos a planificar los arreglos y anexos con los que nos sentiremos mejor, más confortables, más seguros; de igual forma sucede con los pueblos cuando comienzan a ser dueños de su país, que es lo mismo que convertirse en nación. Esas actitudes positivas nos la removieron dejándonos la sensación de que la única forma de acomodarnos era la de ser parte de “ellos” o servirles a “ellos”, robar como “ellos”, parecernos a los mismos que habían servido al invasor descaradamente y que antes soñaron con ser franceses, después que el sueño de ser españoles se desvaneció, soñaron con ser cualquier cosa, menos ser dominicanos. Desde ese momento nos robaron el país y se repartieron los bienes de todos antojadizamente, como lo hacen todavía.

Tiempo después y como era de esperarse, ya vuelto Juan Pablo Duarte al país y haber sido incorporado a la Junta Central Gubernativa, no como presidente, entraron en contradicción irreconciliable los trinitarios y los representantes de los anteriores regímenes que gobernaron y volvían a gobernar el este de la isla, contradicción que nuestros historiadores señalan en el orden político y militar y que terminaron con la condena de nuestros tres Padres de la Patria por traición a la Patria (¿), la expulsión de Juan Pablo Duarte hacia Venezuela, el encarcelamiento de Ramón Matías Mella y el fusilamiento posterior en el sur del país de Francisco del Rosario Sánchez. Traicionaron a la recién creada patria y a nuestros padres de la patria, sin embargo todavía tenemos calles y pueblos con sus nombres como si fueran parte de nosotros, nuestros héroes.

La realidad de tan infame proceder nos la ofrece el Dr. Pedro Troncoso Sánchez en el seminario convocado por la Universidad INTEC y publicado en un libro titulado “Duarte y la Independencia Nacional editado en 1976. El Dr. Troncoso Sánchez es en ese momento Presidente de la Academia de Ciencias y Presidente del Instituto Duartiano y uno de los más conocidos biógrafo del Prócer. Dice el Dr. Troncoso en la página 83 del citado libro: “Bien difícil es descubrir huellas de una influencia directa y explícita de Duarte y su doctrina en el país, después de haber sido expulsado a perpetuidad en Septiembre de 1844, en unión de sus más señalados partidarios. Su recuerdo se fue esfumando como cosa del pasado en la memoria de sus conciudadanos. No quedaron en el país personas, documentos u otros medios de comunicación social que en forma más o menos pública y activa mantuviera vivas sus ideas, o que defendieran, como proveniente del prócer ausente, la posición política por él sustentada”.

Obviamente no solo se persiguió la persona del prócer, se extirpo completamente su visión, su ideología, porque sobre todas las contradicciones políticas y militares que los miembros de la Junta Gubernativa sostuvieron con Duarte, la principal contradicción fue de dos ideologías excluyentes. Triunfó la ideología que caracterizó a nuestros conquistadores, la ideología alérgica a los ideales y al progreso colectivo, triunfo la ideología depredadora y corrupta que subsiste todavía.

Es esa cultura la que deberemos derrotar para recuperar el derecho a nuestro futuro y al futuro de nuestros hijos, es esa cultura la que ha ocasionado nuestras dictaduras, nuestra inseguridad y la delincuencia que se ha ido esparciendo desde arriba hacia abajo. Debemos hacerle la guerra a esa cultura que es la causa, pero reconociendo que todos hemos estado influenciados por ella, algunos se han robado millones y otros los hemos apoyado con nuestra indiferencia o robándonos la luz roja del semáforo, la cuenta de la electricidad o cualquier bobada.

Es necesario que reconozcamos que, sin importar el papel que hemos desempeñado en esta loca carrera hacia la destrucción, así no podemos continuar y debe haber una rectificación y esa rectificación debe comenzar por nosotros mismos, para poder crear una nación que sea la verdadera dueña del país y finalmente controle a los servidores públicos encumbrados como si tuviesen sangre real y derecho a despojarnos del resultado de nuestro trabajo. Es necesario iniciar un proceso de reingeniería que nos permita crear nuestra nación, nuestra república y ordenarla inteligentemente a nuestro favor, a favor de la mayoría y en la que puedan convivir y vivir razonablemente aceptable todas las clases sociales, es la única forma de recuperar la seguridad, la tranquilidad y volver a trabajar para lograr un desarrollo integral.

No podemos dividirnos ahora por el color con que pintaremos la casa, primero debemos recuperar la casa que nos robaron y para ello debemos organizarnos territorialmente para poder nombrar representantes verdaderos en las diferentes instancias legislativas al margen de los partidos políticos, quienes representan hoy los cuarteles generales de la ideología enemiga, a la vez que rechazamos y discriminamos las actitudes y costumbres que han caracterizado a esos “ellos”.

Creemos la nación primero y después la nación verá quienes se reivindicaron y quienes no, es necesario la organización y unidad territorial para tomar el control de los acontecimientos y el rechazo intransigente a los patrones y conductas de la cultura enemiga. La nación debe incluir a todos, lo contrario es lo que tenemos hoy día.

Cero tolerancia a “ellos” dentro de nosotros, expulsemos la maldición del pasado en nuestras vidas y busquemos la felicidad y así les puedo asegurar que construiremos un mejor país para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Al dejar un comentario enriqueces el tema en pro o en contra y tu opinión permanecera expuesta a todos.

Favor de dejar tu comentario