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RECTIFIQUEMOS

domingo, febrero 26, 2006

¿Abstención Electoral?

Este año se abrirá una coyuntura de mucha importancia para el futuro de República Dominicana, se está completando de conformar una situación que pudiera degenerar en otra tiranía más con cualquier signo ideológico o, pudiera concretar el paso necesario para crear una nación que asuma responsable y directamente el destino del país.

La separación y rivalidad de las fuerzas organizadas del mundo político es lo natural, lo que debe ser y éstas rivalidades siempre sectarias, excluyentes y beligerantes deben representar las distintas opciones para la construcción del futuro de un pueblo y si esas posibilidades dejan de existir invariablemente se generara violencia.

Cuando la corrupción llega a arropar el cuerpo social se convierte en una fuerza que tiende a igualar a los opuestos políticos e ideológicos, dejando sin esperanzas a la población en la búsqueda de su bienestar y esto crea una situación de frustración explosiva y ese momento está llegando en nuestro país. Cuando algo existe sin su opuesto es un desequilibrio agüero de caos según la ley natural de La Polarización: “Todo es polar”.

Cuando los partidos tradicionales y opuestos de Colombia llegaron a asemejarse tanto que firmaron un pacto de alternancia en el gobierno, le abrieron las puertas a la guerra que por medio siglo ha destrozado al pueblo colombiano; cuando los partidos venezolanos llegaron a representar estilos de gobiernos tan semejantes, en los que solamente variaban las caras, apareció Chávez; hoy nuestros partidos son tan semejantes que las combinaciones de colores solamente representan la generalización de la impunidad, no opciones políticas y esta situación es muy grave.

Ante la desvergüenza y el descaro exhibido por los llamados partidos políticos, se está proponiendo una respuesta de rechazo, impugnación necesaria y decorosa que yo apoyo, pero pienso que esa respuesta debe ser organizada para que represente una toma de conciencia para la población, una respuesta que pueda preparar las condiciones para corregir la dirección que nos ha llevado a esta encrucijada, y no una protesta más que nadie escuchará y que pronto sería olvidada.

En muchas ocasiones durante el gobierno de Balaguer se creyó necesaria la abstención electoral como respuesta a la represión militar y al uso descarado de los recursos del Estado para sus fines partidarios, esa impugnación nunca surtió ningún efecto ni nacional ni internacionalmente y solamente logramos eliminar las voces disidentes de los organismos del Estado, dejando al gobierno balaguerista en completa libertad para actuar a su antojo y capricho.

La abstención electoral siempre es asimilada como indiferencia ciudadana y se convierte en apoyo tácito a la gestión del gobierno de turno, su contabilización numérica queda diluida en la comparación con la abstención de real indiferencia en los países desarrollados.

La situación de corrupción generalizada que nos ha llevado a la actual coyuntura, ha sido posible gracias a la no participación de la sociedad en los asuntos nacionales, en la inactividad social convenientemente alimentada con falsas esperanzas, precisamente por los que hoy han terminado reconociéndose como iguales y por tanto, las fuerzas de la dignidad y la rectificación no pueden utilizar el mismo método: la inmovilización de la sociedad mediante una abstención.

Si deseamos plantear una posición real y contundente contra la situación inmoral creada por nuestras pestes partidarias, a mi juicio, deberíamos reaccionar movilizando las fuerzas vivas del país, para generar una respuesta clara e inequívoca tanto para nuestro país como para el mundo. Es necesario concurrir todos, en cantidades sin precedentes, a las elecciones y votar por los tres partidos juntos, anulando de esa forma nuestro voto y dejando claro el rechazo activo de la ciudadanía a la desaparición de las opciones políticas.

La participación de la población en el proceso político desde una óptica no partidista es lo único que nos puede salvar y cualquier actitud o posición que implique el retirarse del quehacer político es negativa.

La movilización de las fuerzas vivas será la advertencia de que ya hemos decidido poner punto final al desorden imperante, por el cual se han beneficiado sectores muy reducidos de la población perjudicando a la mayoría, a la vez que esa movilización puede ser el inicio de las futuras organizaciones barriales con las que deberemos constituir las bases de nuestra nación.

Mi propuesta es: movilizar la sociedad para asistir masivamente y votar nulo como rechazo a la desvergonzada conducta de los partidos. El número de votos nulos constituirá las bases de la futura nación dominicana.

Vota, pero vota Nulo. Votemos por los tres, los tres son iguales.

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