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RECTIFIQUEMOS

domingo, agosto 20, 2006

Carta a Julio Robaina

Sr. Julio Robaina
Representante

Cc: Representantes
Marco Rubio
Juan Zapata
Opiniones El Nuevo Herald.


Distinguido Sr. Robaina.

Es lamentable que por motivos de trabajo no pudiera asistir a la audiencia pública convocada por usted sobre el problema de los seguros, pero me permito aportar un tardío grano de arena.

No existe manera práctica de que “alguien” pueda pagar los daños ocasionados por los desastres y accidentes, ya que eso presupondría la creación de un espejo financiero igual a toda la inversión pública y privada y eso es imposible.

La única forma de que pueda seguir existiendo el seguro es retomando la esencia y definición original del seguro que, a partir de la década de los sesentas, ha cambiado imposibilitando así la viabilidad del servicio de seguro.

La sociedad en general o universo asegurado, es quien debe asumir y pagar las pérdidas sufridas por las víctimas de desastres que siempre son los menos. Las aseguradoras siempre fueron las entidades, instituciones, organizaciones, compañías o como usted prefiera llamarles, encargadas de calcular y distribuir las perdidas en la totalidad de la sociedad mediante el pago de la prima de seguro y también mediante los necesarios reaseguros nacionales e internacionales universalizando así las perdidas de una comunidad.

Es completamente ilógico e impensable que es la comunidad victima del desastre quien debe afrontar sus propias perdidas por que eso convierte al seguro en una carga infuncional y onerosa.

De modo, Sr Robaina, que lo necesario es redefinir la función de las aseguradoras, sus formas de operación y riesgos a asumir para, de esa forma, diferenciarlas de las operaciones bancarias de crédito en las que ellos pretenden que paguemos un prestamos antes de recibirlo.

Los seguros deben ser agentes de estabilidad y tranquilidad social y personal o no se justifica su existencia y mucho menos obligada por ley.

Atentamente

Víctor Ml. Caamaño

2 comentarios:

  1. Lo felicito por su carta. En una era de tantas riquezas, seria posible crear un fondo para catastrofes y posiblemente auditar a las compañias. Se descubriria que las perdidas son causadas por males inverciones, y no por las
    reclamaciones.
    Atentamente
    Luis Fernandez

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  2. Gracias por leerme y dejar su comentario, Amigo Fernández.

    Pienso que si la cultura corporativa que tiende a constituir una corte real en cada empresa no es abandonada, todos los recursos de la economía serán insuficiente para este tipo de competencia improductiva y los seguros son parte de ese juego.

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