Abraham y el Medio Oriente

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El 27 de agosto, el notable periodista Alberto Müller desarrolló en el Diario Las Américas una magnifica cronología de los sucesos origen de la actual situación en el oriente medio, hoy quisiera narrar la misma historia desde otra perspectiva. (ver Palestina e Israel: convivencia o conflicto)

Existió un señor llamado Abraham que no fue un labriego cualquiera, era rico en ganado, plata y oro poseía esclavos y servidumbres. Este señor poseedor de la suficiente sabiduría y una vida dedicada a tratar de ser justo fue elegido por el Adonai para crear un pueblo de su descendencia. La revelación había que entregársele a un pueblo para que perdurara y fuera esparcida entre los humanos.

Como Sahara su esposa era muy anciana  le aconsejó que tuviera un heredero con una esclava y así nació Ismael de quien descienden los árabes. Ismael fue el hijo primogénito y según la costumbre heredero de la riqueza, tierra y compromisos del padre.

Luego la señora Sahara quedó embarazada como fue prometido por el Altísimo y nació Isaac. Para salvar la herencia para el hijo prometido por la divinidad la esclava fue exiliada con su hijo Ismael. De Isaac descienden los judíos. Podemos entender donde empiezan los resentimientos, odios y la interpretada propiedad de la tierra.

Los judíos se establecieron en territorios sin dueños poderosos y construyeron su nación sus ciudades y sobre todo un templo, el Templo de Salomón en cuyo santuario se depositó la sagrada alianza que los justifica cósmicamente como pueblo. El Templo es para los judíos mucho más que el crucifijo para los cristianos, es el símbolo que justifica su existir.

El templo fue destruido y los judíos exiliados de su tierra como castigo del imperio de esa época pero su razón de existir quedó en el templo y era y es necesario reconstruirlo. Consientes que les era imposible el regreso sin ejércitos y haciendo del trabajo y el ahorro una parte de sus devociones comenzaron a crecer y progresar en todas partes con la intención de obtener poder político en muchos países como única forma de forzar su regreso y la reconstrucción del templo. Por esas intenciones de controlar el poder fueron expulsados de muchos sitios y perseguidos en otros.

Los árabes y otros pueblos se establecieron en el vacío dejado por los judíos y fabricaron ciudades y naciones pero sobre las ruinas del templo, en el lugar sagrado, construyeron el segundo sitio más importante para la religión islámica la Mezquita de Omar.

Los judíos prácticamente son dueños de medio mundo pero no es suficiente, ellos necesitan reconstruir su templo y para ello tendrán que destruir la Mezquita del Domo y ahí podemos ver otra de las razones por la que los musulmanes llaman a una guerra santa para exterminar a los judíos y sus aliados quienes somos todas las naciones en la que ellos influyen y le llamamos Occidente. Por eso esta es la última guerra, no existe solución, ambos contendientes tienen sus razones. ¿Armagedón?

El que tenga oídos…

Víctor Ml. Caamaño