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RECTIFIQUEMOS

domingo, enero 27, 2008

La ley del menor esfuerzo

Publicado en:
El Sol de la Florida

Las fracturas y desequilibrios sociales así como las enfermedades y dolores en el plano personal, son provocados por el desprecio y desconsideración a las leyes naturales. Nuestros problemas surgen cuando creemos que estamos sobre la naturaleza, sus alimentos, tendencias y leyes, ya es hora de aprenderlo.

Tenemos la inteligencia para aprender que usando leyes o fuerzas naturales superiores es posible anular temporalmente algunas inferiores, pero ojo, eso no nos coloca ni sobre ni igualados a la Madre Natura y sus leyes. Cuando colocamos un pesado avión en el aire no derogamos la fuerza de la gravedad, solo la anulamos utilizando la fuerza de la presión atmosférica que es superior. Todos hemos visto llenar un vaso con agua y tapando su boca con una superficie lisa voltearlo sin que el agua caiga atraída por la gravedad, la presión atmosférica lo evita tal como a los aviones los sostiene en el aire. El hombre no inventa, descubre.

Existe una ley natural que conocemos como “la del menor esfuerzo”, tanto nosotros como los animales usamos el camino más corto para llegar a nuestra meta porque es una tendencia natural que la ley determina. Es la ley que promueve la eficiencia y el ahorro de energía, porque en la naturaleza no hay desperdicio, no existe el derroche, todo es utilizado y esa es su particularidad, esencia y forma de funcionar, todo derroche es contranatural.

La ley del menor esfuerzo es una de las leyes que hace que el socialismo no funcione y que el capitalismo, funcionando, tienda a producir graves crisis periódicas como la que estamos comenzando ahora.

Solamente una fuerza superior anula a la del menor esfuerzo haciendonos trabajar con ahínco y es la fuerza de la ambición y ésta ha sido ilegalizada para las moyorías en los regímenes socialistas, ahí radica el desgano de sus pueblos para producir. Solamente trabajan lo estrictamente necesario, lo menos posible.

En los regímenes capitalistas se permite que la ambición anule la ley del menor esfuerzo, pero entonces se convierten en sociedades derrochadoras rompiendo así el equilibrio necesario en la economía de la naturaleza.

La ambición positiva la convertimos en avaricia egoísta atentando así en contra de la manada humana y su hábitat y por ende contra el curso determinado por la Madre Natura.

No es solo comer orgánico, debemos empezar a vivir y pensar orgánicamente que es igual que vivir y pensar acorde a la naturaleza y sus leyes. Debemos regresar a la naturaleza, lo que no significa regresar a la selva, es necesario volver a reverenciar y acatar el orden natural, que fue satanizado al paganizar todas las enseñanzas aprendidas a través de cientos de miles de años de experiencia humana.

La naturaleza es la mejor representación del creador y de su infinito amor por sus criaturas, cooperemos con el gran plan armonizando con ella o seremos barridos por estorbar.

1 comentario:

  1. Hola: Absolutamente de acuerdo con vuestras reflexiones. Valga esta acotación: Resulta pavorosa la práctica mediática de incentivar la satisfacción de los instintos, porque los mass media, los grandes "educadores" de hoy, sobre todo en el Tercer Mundo occidental, en razón de que las grandes masas, esas grandes alienadas, no son nada dadas a cultivar el intelecto. Adelante.

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