El síndrome Madoff

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Calle Ocho

La pirámide de Madoff ha sido examinada desde la óptica de la política económica y también desde la visión financiera, pero creo que es interesante que hurguemos en su aspecto personal.

Tenemos a un individuo realmente exitoso, dirigió por muchos años una de las bolsas de Wall st. y como es la costumbre, con un retiro privilegiado para vivir el resto de su vida haciendo lo que mejor se le antoje. Un individuo con el conocimiento para saber que todas las inversiones piramidales, matemáticamente, producen cuantiosas pérdidas. Un individuo que sabe que es ilegal y que inevitablemente cambiará retiro privilegiado por prisión. Cuando se tira por la borda toda una vida más un retiro privilegiado, algo no está funcionando bien o, pudiera ser, que el dinero perdido fuera usado para quien sabe que causa y entonces hablaríamos de un desquiciado o del mártir de alguien.

Si asumiéramos que es un disloque mental, habría que diagnosticar alguna clase de esquizofrenia, que logra materializar su irrealidad por algunos momentos, pero no es tan simple, porque se trata de una pandemia. Hay miles de miles, materializando la misma entelequia con diferentes elementos; hay cientos de miles tratando de llegar a permitirse alucinar ser “reyes” y hay un montón de millones, sacrificando su propio futuro para tan solo llegar a usar vehículos parecidos y vestir las marcas que suponen ellos usan. Esto es grave. Alguien puso LSD en el aire y nos encontramos en medio de una mala alucinación, pero este viajecito sicodélico de los Yuppies no puede tener mucha duración, porque representa la anti realidad, el no equilibrio, lo opuesto a la armonía y por norma natural, cuando se desarrolla un adefesio se hace o se permite que su propio aniquilamiento borre el error, que se extinga la perturbación en el gran plan.

Creámoslo o no, todavía estamos sujetos a las leyes que rigen en este universo y nuestra mentira colectiva, aunque gritada al unísono, no puede detener ni un segundo por un segundo, el transcurrir de la existencia en el cumplimiento de sus leyes.

Decía alguien que ser cuerdo o loco depende de lo que la mayoría crea normal.

“teatro: Solo Para Locos” –El lobo -

Víctor Ml. Caamaño
Ver también:
"To be or not to be"

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