El camino no es hacia la derecha o la izquierda, es hacia adelante por un planeta compartido, no repartido.


RECTIFIQUEMOS

jueves, julio 09, 2009

El derecho a la felicidad

Publicado en:


El 7 de Julio el periodista y escritor Guillermo Descalzi publico un trabajo titulado: “Derecho Americano”. Generalmente sus ideas me sirven de inspiración, pero ahora posiblemente tenía el biorritmo tan bajito que confundió la sombra con el cuerpo. Muchas veces pasa eso, pero no es posible dejar pasar una afirmación tan contraria a sus pensamientos usuales.

Dice el Sr. Descalzi: “En la declaración de Independencia, donde se consagran los derechos americanos, allí, en nuestro nacimiento está la causa de nuestra muerte periódica”, refiriéndose al derecho a buscar la felicidad. Es el único documento en el mundo que reconoce como derecho lo que es necesidad perentoria en el ser humano, prueba es que muchas veces arriesgamos la vida misma buscando satisfacerla. Es un instinto escrito en el ADN de la especie y el legalizarlo concretizo las esperanzas de que este país fuera el faro de la humanidad, su ejemplo y el defensor mas denodado de la civilización, así lo soñaron los Padres de la nación, ese fue el Sueño Americano.

Lo que sucedió, Sr. Descalzi, es que se desarrolló una gran conspiración de pigmeos espirituales, tan bajitos y con los bolsillos tan abultados, que no tenían la capacidad ni el tiempo para mirar al cielo y mucho menos intuir la gloria y la grandeza, estados exclusivos de los grandes hombres y como no podían participar del mundo que no veían y con los recursos acumulados, se dieron a la tarea de rebajar el Sueño Americano para hacerlo coincidir con sus ideas, conceptos y ambiciones, redujeron el sueño de una gran nación a tener casa y vehículo, como si eso mismo no fuera soñado en todas las latitudes. Predicaron que se era feliz poseyendo cosas materiales, coleccionando gustos y placeres y sin decirlo, sustituyeron la felicidad por el gozo y nos vendieron las cosas materiales que proporcionaban los gustos y nos rentaron los placeres para ellos lucrar.

Convirtieron un país de raíces espirituales en materialista, de trabajador en especulador, de exportador en importador, de creador de riquezas en dilapidador de estas, le quitaron el sentido de la eficiencia para convertirlo en consumista, la asistencia la convirtieron en usura, la salud en industria, la guerra por causas justas la convirtieron en negocio, destruyeron finalmente la propuesta para una humanidad mejor, más bondadosa y apegada a las leyes de Dios y la naturaleza, y eso es lo que está destruyendo el país y sin haber hecho feliz a nadie, incluyendo a los pigmeos más renombrados.

Amigo mío, si usted le llamara derecho a la felicidad al derecho al placer y a los gustos, pudiéramos estar de acuerdo, pero la felicidad es otra cosa, es la plenitud que proporciona el agotar nuestro destino cumpliendo las leyes naturales y divinas y eso, Sr. Descalzi, no lo proporciona el dinero porque pertenecen a dos mundos diferentes.

Cuando se reniega del derecho a la felicidad se le da base teórica a la conspiración de los pigmeos y la nación termina de perder su esencia.

Víctor Ml. Caamaño

Ver también:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Al dejar un comentario enriqueces el tema en pro o en contra y tu opinión permanecera expuesta a todos.

Favor de dejar tu comentario