La salud ¿derecho o privilegio?

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El Nuevo Herald

Y por esos mismos lugares por donde la ciencia no anda,

cruza al galope la muerte, va y viene la desgracia,

la ciencia no es del pueblo, la ciencia no es de los pobres

Poema gaucho

El amigo José Vargas expuso el 19 de Noviembre un punto de vista en “La salud no es un derecho” y quisiera verlo desde otro punto de vista, mientras más ángulos mejor.

La sociedad es la suma de los individuos que la componen, su nivel cultural, capacidad económica, posesiones, etc., lo mismo ocurre con la salud de la sociedad, es la suma y dicho esto quisiera sentar que el cuidado de la salud y la salud no son sinónimos.

Es aceptado por todos, por lo menos en teoría, que la vida es un derecho sagrado y fundamental de la especie humana y en consecuencia todas las leyes, acciones e instituciones tendentes a defender el primer derecho, deben ser considerados como parte o derivación del derecho primario; la seguridad pública, el derecho a una vida decente fruto del trabajo realizado, y la salud, que es el mantener la vida funcionando óptimamente, son derechos individuales y también sociales en función de evitar caos, crisis y epidemias que afecten gravemente el funcionamiento de la sociedad.

Existen dos posibles soluciones: que el estado en nombre de la sociedad garantice la atención médica a aquellos que no pueden pagarla por si mismos, o, que cada cuál pague por sus curaciones. Personalmente prefiero pagar para mantenerme saludable y esto sería posible siempre que el aporte individual a la sociedad, fruto del trabajo honesto, garantice una remuneración justa y suficiente para que el individuo pueda pagar sus necesidades primarias.

El hecho de que el sistema fije un salario mínimo por ley y que esa misma ley no garantice los servicios de salud a ese nivel salarial, es establecer una cruel condena a muerte para los menos favorecidos y sin posibilidad de apelación, condena a ser ejecutada por cualquier virus natural o creado en laboratorios sin responsabilidad real de la victima. Yo fui notificado que a partir de Enero quedaré sin cobertura médica y a mis 62 años y los emolumentos que gano, me incluyen dentro de los condenados por la avaricia y el desamparo legal a la población que con sus esfuerzos hace funcionar el país.

Para concluir: se pagan salarios con los que se pueda cubrir el cuidado a la salud, o la sociedad paga por esos servicios. Es inconcebible que por aprensiones basadas en una falaz experiencia y fruto de la prostitución del termino social o socialismo, se acepte diezmar la parte trabajadora e imprescindible de la sociedad. Debo recordar que el derecho a la propiedad es un derecho derivado del derecho a la vida y que invertir su orden natural es un crimen de lesa humanidad, que como todo acto traerá sus consecuencias, iguales a su esencia moral pero en sentido contrario.

El trabajo ya no dignifica, ahora degrada y excluye de los beneficios logrados por la evolución colectiva, estamos equivocados.

Víctor Ml. Caamaño

Ver también "La Crisis"