Extremismo

.

Es obvio que el extremismo se ha apropiado de casi todo, lo religioso, político, racial, sexista, homosexualista, la moda, posiciones, imágenes, etc., existen tantos extremismos como diferentes causas, están controlando nuestro presente y por lógica modelando, no nuestro futuro, el de nuestros hijos. Es algo pavoroso y por tales particularidades es necesario repensarlo para poder comprenderlo e influenciar con algo de sensatez el panorama.

Al aceptar que el extremismo es nuestra realidad y colocar a los extremismos en el mismo lugar y categoría, algo no luce lógico: los extremistas islamicos, izquierdistas, ultra derechistas, feministas, gays, etc. juntos me recuerdan el perro de un buen amigo, era el cruce de un perro grande tipo pastor alemán y una salchicha, el cuerpo lo heredo del padre y las patas de la madre y algo no cuadraba en la imagen.

Cuando pensamos en los extremismos políticos, por ejemplo, los visualizamos en una línea recta en cuyas puntas está los extremistas y en el medio los del centro y esta idea no puede ser real ya que no existen los medios extremistas, extremistas moderados, etc. Se es o no se es extremista, no existen puntos medios, no hay una continuidad, por eso debemos cambiar la representación y verla como un círculo con un centro y de esa manera veremos que los del centro son equidistantes al círculo exterior en donde se colocan los extremismos, juntos o en hemisferios encontrados, como a usted le parezca, pero continuos y tocándose en sus extremos y entre la circunferencia y su centro una masa amorfa no alineada pero si influenciable. Así si caben todos y dejamos de ver al pobre perro deforme, que dicho sea de paso era feliz ya que no sabía de su anormalidad.

He pensado que la diferencia entre extremistas y centrados radica en el cuerpo donde tiene sus posiciones enraizadas, mientras los individuos del centro enraízan sus causas en su cuerpo mental haciendo posible el dialogo educado y respetuoso aunque sean ideológicamente diferentes, los extremistas enraízan las suyas en el cuerpo emocional, de ahí que siempre manifiestan sus posiciones con más vehemencia que nadie, incluyendo insultos, diatribas y maldiciones, orales o mentales y un rechazo visceral a quienes a la ligera identifican como opuestos.

Todas esas actitudes me recuerdan las características que definían a los individuos inmaduros cuando yo crecía, por ejemplo: su egocentrismo manifestado en su indiferencia con los demás y sus problemas, incapacidad de revisar sus posiciones o deseos, reacciones emocionales ante las actitudes de los demás (perretas), sobre reacciones ante determinados estímulos, la búsqueda constante de los defectos de los demás para su descalificación que es fundamento de la intolerancia, la soberbia, rencor, orgullo desmedido, vocación a mentir, búsqueda de culpables y no de causas, etc. No soy experto en psicología pero parte del crecimiento normal es la clasificación de las actitudes repetidas en diferentes individuos y la pregunta lógica a plantearse sería: ¿es el extremismo una manifestación de alguna deficiencia en la personalidad del individuo?

Creo que el extremismo, que ya es pandemia, debe ser repensado para encontrar sus causas y profilaxis, ya que está llevando nuestra civilización al borde del caos y el exterminio, los expertos tienen la palabra, la discusión está servida.

Víctor Ml. Caamaño

Sería interesante saber su opinión