Medio Oriente: ¿movimientos o pobladas?

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Algo sucede en el mundo y debemos tratar de comprenderlo porque nos afectará a todos de una forma u otra. Es entendible que un pueblo llegue a un nivel de indignación tal en contra de los que lo oprimen que, en un acto espontáneo tome las calles iniciando el proceso de su liberación pero, las condiciones subjetivas y objetivas que disparan una revuelta no se exportan ni se contagian y eso es precisamente lo que está sucediendo tanto contra gobiernos teocráticos como seculares.

Es un tsunami de pueblos que ha empezado en el medio oriente. Para ser justos debemos recordar que, con sus variantes propias, el mundo socialista fue derribado por movimientos similares, pero en el mundo islámico más que movimientos parecen responder a las características de pobladas y esto los hace más interesantes y menos predecibles.

Existen dos posibilidades: que sean dirigidos o que sean totalmente espontáneos. La capacidad para organizar hechos de tal magnitud reduce a tres los posibles candidatos con el poder para impulsarlos, según mi punto de vista, los servicios de inteligencia de países poderosos (CIA, KGB, M19, MOSSAD, etc.), la casta militar o la religiosa. Descarto a Irán por ser también blanco.

La sorpresa evidente en los diferentes gobiernos occidentales nos lleva a descartar a sus servicios de inteligencia; también creo poco probable que militares de alto rango de varios países, muchas veces conflictivos entre si, se hubiesen puesto de acuerdo en complotar contra sus gobiernos sin que los perros de presa, que son parte de cualquier dictadura, los olfatearan; el Islam es sumamente fragmentado con dirigentes ávidos de protagonismo y eso los hace poco discretos para permitir que alguien planifique hechos como los actuales sin entrar en conflictos de facciones, por tanto deberemos inclinarnos por pobladas espontáneas de pueblos que comienzan a ejercer su auto defensa, la rebelión de los oprimidos sin vanguardias.

Las rebeliones históricamente han sido desencadenadas por acontecimientos que desbordando el aguante y el miedo hacen explosión, pero explosiones cargadas de emocionalidad, rabia y violencia, poco o nada concientes, las rebeliones hoy tienen un elemento que las diferencian: la no violencia activa, la fuerza moral contra la irracionalidad codiciosa.

La no violencia implica un nivel de conciencia capaz de modificar la reacción natural de responder contra la violencia ejercida desde el poder, con violencia callejera y terrorismo. Esas pobladas evidentemente están propagándose y amenazando otros regímenes que desconocen los derechos de los pueblos.

Algo está sucediendo en los pueblos del mundo y siempre que ha habido una toma de conciencia colectiva, la humanidad ha dado un salto evolutivo.

Víctor Ml. Caamaño