Introducción
El origen de este libro está ligado a la formación de una organización continental contra la corrupción y sus publicaciones regulares y por eso cito dicha organización.
Breve historia de ¡Basta Ya!
En las últimas décadas del siglo pasado fuimos testigos de las maniobras de cobranzas compulsivas de la banca internacional contra los países a los que muchas veces se les ofreció compulsivamente grandes préstamos, trabajé en el Banco Central de mi país y las comisiones de la banca internacional llegaban periódicamente para informarles a los políticos en el poder que la capacidad de endeudamiento del país no estaba agotada, es decir pidan más dinero.
Yo interpreté en los 80s que cuando se creó la OPEP elevando el precio del petróleo se originaron capitales nunca antes vistos que fueron depositados en el sistema bancario con algún tipo de interés y como no existía demanda para esos montos increíbles inventaron los préstamos internacionales para poder colocarlos. Una vez desembolsados los préstamos los políticos se robaron la mayoría del dinero y lo depositaron de nuevo en el sistema bancario el cual debía pagar intereses dos veces sobre el mismo dinero y no podían cobrar adecuadamente el dinero a los países acreedores y eso, a mi juicio, explicaba la desesperación de los bancos.
Y pensé que si se confiscara el dinero sucio depositado en el sistema y se aplicara a la deuda del país que originó el deposito se beneficiarían los bancos y los países deudores, solo tendríamos que crear una estrategia para lograr ese objetivo y con esa meta formé una organización continental llamada ¡Basta Ya! para luchar contra la corrupción.
La estrategia
La meta a lograr, una resolución en la ONU que declarase la corrupción como flagelo de la humanidad y en virtud de eso ordenara que todos los bancos exigieran pruebas de los impuestos pagados por sus depositantes y que el dinero que no satisficiera el reclamo se confiscaría por ilegítimo y se aplicaría a la deuda externa del país de origen, para el banco significaba adueñarse de ese dinero y dejar de pagar intereses y pensé que el interés de los bancos los convertirían en nuestros aliados y solo quedaba organizar la propuesta en la ONU comprometiendo un apoyo suficiente.
A través de INTERNET y en ese entonces en los populares grupos soc.culture de cada país cursé una invitación a participar en una conjura contra la corrupción a nombre de ¡Basta Ya! y me permitió entrar en contacto con las organizaciones de la sociedad civil de todo los tipos en todos los países y especialmente con las organizaciones anti corrupción, obispos, catedráticos e inclusive ex funcionarios de la ONU, etc. La acogida fue un éxito.
Proponíamos realizar una campaña activa en todo el continente para exigir que los diferentes gobiernos apoyaran la resolución en la ONU y para eso los bancos deberían pagar una pequeña comisión de cobro y presionar a los diferentes gobiernos endeudados, teníamos también una meta no pública de crear la consciencia en los pueblos de no elegir candidatos sino nombrar representantes a los congresos con la idea de arrebatarle los congresos a los partidos políticos . En todo ese proceso la organización mantenía una publicación periódica en la que incluía una sección de un capitulo del Manual del Corrupto originando el trabajo que hoy les presento a través de mi blog con el orgullo del deber cumplido.
Con un fuerte apoyo de prácticamente la sociedad civil del continente y personalidades del mundo académico y religioso, además de haber conseguido el ofrecimiento de un país centroamericano de cedernos su puesto en la próxima Asamblea de la ONU para la presentación, elaboramos la propuesta y pensamos que la vía adecuada para presentar la propuesta al sector de la banca internacional era el Banco Mundial y contactamos una de sus vice presidentes para la presentación.
Después hicimos consciencia de que el BM tenía una agenda ideológica que veía la deuda externa como un medio de control y no le transmitieron a los bancos comerciales nuestra propuesta.
Prologo
Hemos tratado de desarrollar este manual no para adiestrar a los corruptos, ellos son maestros del ingenio y del uso de las oportunidades para enriquecerse, sino para que los demás vean que este cáncer social nos afecta en todos los sentidos y en todas nuestras actividades, y que si no lo erradicamos seremos destruidos por él.
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