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Decía un jesuita gran amigo y hermano mío que uno se comenzaba a poner viejo cuando dejaba de entender las cosas de la juventud, una gran verdad. Entiendo que las personas al comenzar a descontar años nos vamos quedando lentamente en áreas selectas. Ya nadie hace buena música porque yo me quedé en un momento musical, decidí cual tipo de música me satisfacía y las demás las oímos sin escucharlas. Así sucede en cada vez más sectores impresionables de nuestro existir.
La mente también va estableciendo verdades que una vez aceptadas no deben revisarse ni cuestionarse son nuestras propias verdades, las columnas que sostienen la casa del existir sus aristas, colores y reflejos, el derecho propio de creer. Eso nos da mucha seguridad pero nos impide seguir creciendo, evolucionando.
Las religiones y las que se auto clasifican como “no religiones”, las ideologías, es un momento histórico con su visión temporal y sus paradigmas, en muchas ocasiones los matrimonios pudieran ser clasificados como lo consagrado por nosotros y eso se cristaliza. En ese instante termina nuestro crecimiento, nuestra evolución, nos quedamos.
Cierto es que ese fenómeno de la mente se salió de control y en el momento más desordenado de la humanidad cristalizó una series de falsedades como verdades y la sociedad enfermó, alucina, pero ahora sin selección de edad, todos estamos cristalizados en una subrutina que nos está destruyendo y que no podemos cuestionar como sociedad. Todos esperan que sea el otro quien frene. No hay otros en la evolución solo existe el nosotros o no es evolución.
La mayoría de las personas no saben lo extenuante que es ver hacia donde nos dirigimos y no poderse bajar del tren que está repleto de alucinados. Fatalmente sicodélico.
El dinero lo puede todo y por eso justificamos el hacerlo todo por dinero, cristalizado. Y en eso nos estamos desplumando todos. Hay quienes creen que al final tendrán todavía suficientes plumas para volar cuando es obvio que no hay hacia a donde volar. Nadie escucha, todos hablamos.
Preguntamos en alta voz ¿si alguien sabía donde carajo estaba el freno? miraron por un instante y continuaron su cacle cacle. Todos creen tener la razón, en realidad nadie tiene la razón, porque La Razón es la divinidad y nadie puede poseerla si aún siente la necesidad de buscarla.
Agradezco a todos los que aceptan compartir mis agobios ahora tengo menos.
Víctor Ml. Caamaño
La mente también va estableciendo verdades que una vez aceptadas no deben revisarse ni cuestionarse son nuestras propias verdades, las columnas que sostienen la casa del existir sus aristas, colores y reflejos, el derecho propio de creer. Eso nos da mucha seguridad pero nos impide seguir creciendo, evolucionando.
Las religiones y las que se auto clasifican como “no religiones”, las ideologías, es un momento histórico con su visión temporal y sus paradigmas, en muchas ocasiones los matrimonios pudieran ser clasificados como lo consagrado por nosotros y eso se cristaliza. En ese instante termina nuestro crecimiento, nuestra evolución, nos quedamos.
Cierto es que ese fenómeno de la mente se salió de control y en el momento más desordenado de la humanidad cristalizó una series de falsedades como verdades y la sociedad enfermó, alucina, pero ahora sin selección de edad, todos estamos cristalizados en una subrutina que nos está destruyendo y que no podemos cuestionar como sociedad. Todos esperan que sea el otro quien frene. No hay otros en la evolución solo existe el nosotros o no es evolución.
La mayoría de las personas no saben lo extenuante que es ver hacia donde nos dirigimos y no poderse bajar del tren que está repleto de alucinados. Fatalmente sicodélico.
El dinero lo puede todo y por eso justificamos el hacerlo todo por dinero, cristalizado. Y en eso nos estamos desplumando todos. Hay quienes creen que al final tendrán todavía suficientes plumas para volar cuando es obvio que no hay hacia a donde volar. Nadie escucha, todos hablamos.
Preguntamos en alta voz ¿si alguien sabía donde carajo estaba el freno? miraron por un instante y continuaron su cacle cacle. Todos creen tener la razón, en realidad nadie tiene la razón, porque La Razón es la divinidad y nadie puede poseerla si aún siente la necesidad de buscarla.
Agradezco a todos los que aceptan compartir mis agobios ahora tengo menos.
Víctor Ml. Caamaño
Felicito al Victor escribidor de sendos articulos economicos pero tiene otros como el de arriba, en que lo encasillo como profundo filosofo y analista extraordinario del pensamiento humano...y ademas, orgullo de nuestra querida organizacion a la que pertenece, la UCP.
ResponderEliminarVictor, continua tus analisis que son de los que nos ponen a pensar...esos son los buenos...
Jorge Gaston
muy interesante,,
ResponderEliminarla dialèctica de la vida a veces me parece irracional, quizàs yo soy el irracional..
hablando de la mùsica actual, trato de entenderla
la juventud, en su mayorìa, la disfruta, la goza
la baila, la bla bla bla,,,NO ME GUSTA
estoy afferado, envejeciendo, a mi juventud,
la mùsica de mi juventud,que en momento dado
nuestros abuelos, padres, no le gustaban
como ahora nosotros,o yo, la actual del rap
y tantas saltos y manos a la parte del sexo,
en bailados que no son ni carretas de bueyes
en el campo florido del corte de caña...
muy interesante lo planteado, amigo Victor
ahora voy a escuchar a Carlos Gardel
''' volver '''
y Lucho Gatica ''historia de un amor '''
y sè. estoy completamente seguro, que si los nietos de mi querida hermana tocan la puerta, les abro y al entrar a la casa y escuchar tal
mùsica, me van a decir UNCLE YOU ARE NOT
COOL
es la vida
aferrado a los tristes recuerdos
a los hermosos recuerdos
de otrora
nuestra vida
nuestra juventud
saludos mi amigo
diego betancourt
Este agobio es mas bien una respuesta interior a la realidad que vivimos, una expresion de insatisfaccion del espiritu ala crisis moral que vemos en nuestra sociedad. Pero la sociedad ha sido igual siempre, nuestras quejas de hoy evocan las quejas de otras generaciones pasadas. Recuerdo cuando mi padre se quejaba de que cada vez que viajaba a E.U. tenia que regresar a casa con un monton de discos de "un loco Elvis Persley" que yo le pedia.
ResponderEliminarHan corrido muchos trenes en la historia de la humanidad. Y muy pocos han halado el cordon de frenar para bajarse del tren. Aquellos que podemos ver y bajamos, debemos hablar. Tratar de despertar a los demas del sueno en que viven, de la manipulacion de la prensa y los politicos, de la sociead consumista y egoista, que--despues de todo--no ha cambiado mucho a traves de las generaciones. El hombre de hoy es un cavernicola tecnologizado y vestido en forma diferente.
No estamos cristalizados, somos inconformes. Y esa inconformidad es rebelida que es una cualidad de la juventud. Nuestros cuerpos pueden estar envejeciendo, pero nuestra mente y espiritu permanecen alertas, inconformistas, y jovenes.