El presupuesto: bola de demolición

.

El presupuesto de naciones, empresas o familias, es el ajuste de los gastos a las entradas. Si una persona tiene una entrada de 100X, sus necesidades se ajustan más o menos a ese nivel, si le aumentan las entradas a 200X automáticamente sus necesidades y gastos crecerán proporcionalmente.

El país norteamericano fue cubriendo las necesidades de su población de acuerdo a las entradas proporcionadas por los impuestos a su comercio, a su producción, a los beneficios que generaba la actividad de sus habitantes y así llegó a ser un país poderoso con un nivel de vida envidiable, pero llegó alguien y afirmó que: si le devolvían los impuestos cobrados a los ricos éstos lo restituirían en inversiones y sin ningún estudio o cuestionamiento, pruebas o garantías, comenzaron las devoluciones y las exenciones, por supuesto, el presupuesto creado a partir de 200X le quedó grande a las recortadas entradas de 100X creando el famoso déficit y comenzaron a demoler el Estado ejemplo de desarrollo y bienestar para todo el mundo.

Nadie ha cuestionado la certeza de la anterior afirmación, aunque no ha habido ninguna inversión importante en un decenio de devoluciones. Hoy nos encontramos ante el desmantelamiento del Estado y la supresión de las conquistas que el pueblo había ganado con su trabajo, produciendo la riqueza que hoy les escatiman en disfrute, reconocimiento y justeza.

Es un fenómeno típico en todos los regímenes ideológicos, como las ideologías por definición trastocan el proceso de la evolución natural, producen pobreza y limitaciones para los pueblos, pero el dolor y la miseria que ellos ocasionan no estimulan una revisión de sus planes y postulados, no, más bien reaccionan profundizando los errores. Vimos ocurrir ese fenómeno en la Alemania nazi, en la URSS y la Cuba revolucionaria, ahora lo estamos viendo en la Venezuela bolivariana y en el EUA neoliberal. Cuando sus criterios crean problemas, las ideologías profundizan las políticas causantes de los mismos, unos profundizan la socialización y los otros profundizan la desregulaciones y la devolución de impuestos a quienes nunca necesitaron de ese dinero para realizar inversiones, porque les sobraba. Todas destruyen el bien común.

Deberíamos entender que el proceso de evolución natural tiene sus leyes propias y que nosotros solo tenemos dos posibilidades reales: lo ayudamos perfeccionándolo o lo boicoteamos. El diseñar una evolución al criterio y antojo de cualquier grupejo está fuera de nuestras posibilidades, por lo que el fracaso está garantizado.

Víctor Ml. Caamaño

Ver también: Origen y elementos de la crisis "Las crisis y las enfermedades no surgen en un día ni la provocan hechos aislados, se van gestando en el tiempo mientras el organismo se debilita por desequilibrios que anulan sus defensas sistémicas, y esto es válido para organismos vivos o sociales. Si el cerebro considerándose el órgano central absorbiera la mayor cantidad de oxigeno y nutrientes, las otras partes del cuerpo terminarían enfermando y..."