Capitulo Vl
La Corrupción en los Desastres Naturales
Los desastres naturales siempre han existido aunque últimamente los hemos visto aumentar en número y poder destructor. Hay variadas explicaciones sobre esos drástico cambios pero en el fondo encontraremos los daños ocasionados por nosotros mismos al planeta en su ecología y medio ambiente, daños motivados por la codicia desmedida para acumular riquezas materiales.
Estamos destruyendo el único planeta en donde podemos vivir es todo un contra sentido pero es la realidad. Una vez que ocurre una de estas catástrofe se ponen en movimiento muchas organizaciones para ayuda y rescate de las victimas, el residuo del sentimiento natural de solidaridad humana que todavía no hemos logrado desvirtuar produce grandes cantidades de ayuda nacional e internacional y comienza la etapa del socorro a los afectados, pero también comienza la avaricia a trabajar para tratar de aprovechar los recursos que se mueven por lo general desorganizadamente.
Este es el sentido de la oportunidad muy desarrollado en mediocres y corruptos. Los primeros lotes de envíos humanitarios llegarán rápidamente y con gran despliegue publicitario es la primera forma de sacarle beneficios a la desgracia sufrida, capital político. Después la ayuda comenzará a ser demorada por tramites burocráticos con el fin de buscar una forma adecuada para desviarlos y negociarlos comercialmente, entre tanto se dañaran muchas provisiones perecederas, leche, harina, etc.
Otra forma de corrupción la encontraremos con los repartos basados en las preferencias políticas más que por la necesidad de los afectados y veremos como personas que verdaderamente necesitan ayuda no recibirlas y sin embargo los comisarios políticos y sus camarillas dispondrán para sí de la mejor parte de esa ayuda. En muchas ocasiones vimos que la ayuda internacional fue condicionada a que fuera manejada por diferentes iglesias tratando de evitar el terrible tráfico de influencias y el robo descarado de los productos destinados a permitir la sobre vivencia de seres humanos afectados por el desastre. Ya el dolor humano es borrado por la avaricia con una indolencia tal que nos llega a avergonzar de nuestra condición compartida de seres humanos.
Después de un tiempo llegará la etapa de la reconstrucción. En la primera etapa se beneficiaron los pequeños, los ladronzuelos disfrazados de políticos, en la segunda etapa les tocará a los encumbrados, a los conocidos, a los que están donde se toman las decisiones. Habrá que reconstruir puentes o carreteras o viviendas, en otras palabras se dispondrá de voluminosos recursos y de la oportunidad para enriquecer a unos cuantos.
El Gobierno pudiera hacer intentos de otorgar contratos de construcción sin llamar a los concursos debidos o amañar éstos para favorecer a las compañías políticamente identificadas con el partido en el poder. Claro que para recibir dichos contratos éstas compañías deberán pagarle al funcionario clave una coima que pudiera fluctuar entre el 10% y el 20% del valor total de la obra a construir y como nadie va sacrificar sus beneficios este porcentaje será cargado amañadamente al presupuesto original y terminará siendo el pueblo quien desembolsará el dinero para ese funcionario corrupto.
La cadena de corrupción se extenderá mas lejos; el que quiera suplir materiales o servicios en esa obra deberá pagar un por ciento subrepticiamente a alguien en la compañía constructora; como generalmente se disminuirá la calidad de la obra o el volumen de materiales usados, también habrá que sobornar a los inspectores encargados de supervisar el buen manejo del dinero del Estado; los equipos de construcción deberán ser exonerados de impuestos aduanales ya que se trata de una emergencia y esto originará mas coimas y perjuicios para el país.
Resumiendo podemos constatar que la cadena de corrupción alcanza a toda la sociedad y a cualquier firma comercial que para poder realizar negocios deberá acomodarse al manejo sucio haciéndose cómplice de la estafa a la nación.
Todo este proceso terminará con el reparto de las viviendas construidas en medio de un gigantesco tráfico de influencias donde se beneficiaran en primer lugar los politiqueros del gobierno y aquellos que pagaron comisiones a los encargados de la distribución. Es casi seguro que los que fueron afectados por el desastre quedarán sin las viviendas que se construyeron para resarcirles los daños a sus paupérrimas pertenencias.
Para ser ricos se sacrificará cualquier cosa incluyendo la vida humana, los niños, el futuro y al final el país. La corrupción es un cáncer que lo destruye todo hay que extirparlo si queremos sobre vivir.
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