Capitulo Vlll
La Corrupción en la Educación
Pudiéramos decir que la educación es la forma como cualquier sociedad prepara sus nuevos miembros para integrarse productiva y adecuadamente a ella con las reglas, normas y conocimientos desarrollados por esa sociedad para su mejor desenvolvimiento.
Esto quiere decir que si una sociedad concluye que el ROBAR por ejemplo es dañino y perjudicial para su desarrollo, que no es JUSTO que alguien tome lo que no le pertenece, que crea situaciones de violencia dentro de su seno entonces tiene que educar sus nuevos miembros para que entiendan y acepten como valido el rechazo al ROBO y que entiendan que si violan esa norma aceptada por la generalidad serán castigados ejemplarmente por la desobediencia y como forma de evitar que otros repitan dicha violación. Esto es lo normal.
Los animales dedican también tiempo para enseñar a sus cachorros a defenderse a procurar sus alimentos, identificar los peligros y sus enemigos naturales a respetar las normas y usos de la manada acorde a su conciencia o instinto de especie. Esa es la forma en que funciona el reino animal del cual somos parte los humanos.
Como somos seres complejos e inteligentes nuestra educación se ha dividido en la práctica en: Educación Formal y No-Formal. La educación formal es recibida en instituciones especializadas para esos fines; escuelas, colegios, universidades, etc. Sin embargo la educación no-formal es impartida por la sociedad directamente y es responsabilidad de los Padres del aspirante a miembro de esa sociedad pero ambas educaciones deben ser complementarias y a la vez suplementarias en el proceso de instrucción que tiene por objeto adaptar el nuevo miembro a los usos, costumbres y normas sociales.
Pudiéramos escribir sobre las ventajas que en ocasiones produce la no-adaptación en lo que a progreso se refiere al encontrar nuevos paradigmas sociales pero debemos concordar en que la inadaptación social generalizada es la base de la anarquía que es el comienzo de la decadencia y la destrucción de la civilización pero éste no es el tema que queremos desarrollar en este momento.
Los Padres tienen la responsabilidad principal sobre la educación pues de ellos salió libremente la decisión de procrear un nuevo miembro y ese derecho ejercido libremente tiene como contra parte el deber de integrarlo adecuadamente al cuerpo social. También se supone que el amor natural e instintivo de los Padres para con sus hijos los obligue, en su deseo de darle lo mejor a sus vástagos, a darle una educación tal que les permita su desarrollo y que les evite ser castigado y rechazado por el grupo humano con el cual deberán convivir.
Es evidente que ha habido un gran fallo educacional en nuestras sociedades cuando nos encontramos organizándonos para combatir una conducta negadora del desarrollo y bienestar de la colectividad EL ROBO. ¿Dónde ha estado la falla? ¿Qué ha producido una inversión de valores de esta magnitud? ¿Cómo ha funcionado internamente la familia para producir los frutos que hoy vemos? ¿Qué estamos predicándoles a nuestros hijos?.
Cuando la vida nos premia al crear las condiciones increíblemente complejas y bellas para poder traer una nueva vida a este mundo y después de los primeros meses de emociones novedosas para los que hemos sido bendecidos con las posibilidades de ser padres, después de encontrar los parecidos del bebe con sus progenitores, después de las noches sin dormir de las primeras enfermedades, de las primeras malacrianzas, deberemos reconocer en esta nueva criatura su férrea decisión de participar en la lucha por el poder en el seno familiar sin importarle edad ni nada. Nos vamos a enfrentar a un ser individual y único que ya trae una serie de tendencias y características que deberemos moldear y educar por el bien del nuevo ciudadano.
Tal y como se corta y se pule el carbón para lograr producir un diamante, con precisión, con conciencia, con amor, con paciencia, con golpes certeros y calculados, así mismo deberemos moldear y pulir ese bello proyecto de ser humano que es un hijo. Con la fuerza justa para no maltratar sus aristas ni pulverizar el diamante único que El Creador depositó a nuestro cuidado y que un día reclamará resultados. Es como un potrillo salvaje cuyo valor dependerá de su domesticación y nunca de la clase de silla de montar que lleve encima.
Ese bebé tratará de compensarnos con alegrías el esfuerzo y el sacrificio que se deberá realizar para asegurar su sano crecimiento. Una de las principales alegrías será cuando comience a hablar y diga: papá, o mamá, pero a seguidas dirá una palabra que implicará la esencia humana en el actual estadio evolutivo en que nos encontramos, dirá MIO. Aquí comenzará la batalla más importante en el moldeo de los valores que deberán regir su vida hasta la muerte, la batalla que lo convertirá en un hombre de bien o en un canalla, en un ser social o en una bestia que habita en la sociedad.
Nada malo tiene el vocablo MIO siempre y cuando sepa que existe el NUESTRO, siempre y cuando sepa que existe el TUYO con igual valor que para él tiene el MIO. Esa es responsabilidad absoluta de los padres y ahí deberá nacer rudimentariamente el respeto por los demás y por sí mismo. Es en ese momento, no después, que su egoísmo natural debe comenzar a ser educado, es en ese momento que debemos comenzar a domar su potro salvaje interno para crear un hombre apto para convivir en sociedad.
Habrá que enseñarlo a respetarse a sí mismo respetándolo nosotros a él. No le pongamos colores a las mentiras, mentiritas blancas o rosadas, las mentiras son mentiras y quien miente se falta el respeto a sí mismo y a los demás. Prediquemos con el ejemplo por el bien de nuestros hijos. Las materias prima de la CORRUPCIÓN son el EGOISMO y la MENTIRA, no la aceptemos ni las justifiquemos como gracias de niños, lo que aceptemos en la tierna edad tendremos que aceptarlo para siempre.
Enseñemos a nuestros hijos que el dinero además de valor tiene precio y que hay cosas mucho más valiosas que el dinero y que jamás deben ser sacrificadas por él, porque el dinero no borra la vergüenza interior, porque el dinero nunca acalla la conciencia, porque el dinero nunca ha comprado virtudes, sino vicios.
Hemos equivocado el norte. Todos tenemos interiormente la necesidad de ser felices y esa necesidad es la motivación de todos nuestros actos pero en la búsqueda de esa felicidad que ansiamos hemos equivocado la dirección y no por que la mayoría creamos en una mentira ésta deja de ser mentira, el dinero no compra felicidad. La Felicidad y el dinero pertenecen a dos mundos diferentes, la primera está en los sentimientos, en el mundo del espíritu, y el dinero pertenece al mundo material. Si la Felicidad se pudiera comprar con dinero también podríamos comprar a Dios y hasta el más estúpido sabe que no es posible.
No les digamos a nuestros hijos que estudien determinadas carreras para que se hagan ricos, no le digamos a nuestras hijas "búscate un hombre rico para que te cases", por que las estamos prostituyendo, los estamos corrompiendo, los estamos condenando a ser esclavos del tener, sacrificando lo esencial que es el SER. Démosles el valor a ellos no a sus zapatos.
Es necesario reaccionar si deseamos alcanzar la Felicidad. Si pudiéramos creer en los corruptos "exitosos" organizaríamos una gran asamblea para que quitándose las caretas cada uno de ellos declararan si conquistaron la Felicidad con el dinero poseído, si sus hijos se desarrollaron como seres humanos equilibrados, si lograron algo por ellos mismos, si conocen la sensación de orgullo, de dignidad, la satisfacción de quien consigue lo buscado por sus aptitudes, inteligencia y esfuerzo propio, de crear algo por ellos mismos, si conocen el amor, la entrega, la amistad, la solidaridad, la lealtad, si han saboreado la sensación de ser queridos, de pertenencia y de respeto, la belleza que encierra la existencia misma y la plenitud infinita de quien persigue la Verdad.
La corrupción debe ser derrotada en los hogares, la corrupción no puede seguir infectando nuestro futuro en nuestros niños. No sigamos el camino de las naciones ricas y poderosas por que ellas ya entraron en la decadencia de su historia, su desplome es solo cuestión de tiempo. Aprendamos de sus errores. Tomemos la decisión de construir nuestras naciones, de construir nuestros futuros sin imitarlos, sin copiarlos por que la verdad es que ellos lograron éxitos financieros pero fracasaron en la educación de sus generaciones nuevas y su decadencia es el preludio de nuestro clímax. Cuando el sol se oculta para el Oeste inevitablemente tendrá que nacer para el Este, igualmente cuando la Belleza, la Moral y la Verdad se ocultan para el norte impostergablemente tendrán que nacer para el sur.
Este es nuestro milenio asumamos la responsabilidad de ser parte de su construcción no de su postergación ni de su atraso. Convirtámonos todos en agentes del cambio necesario para convertir lo negativo en positivo, el engaño en lealtad, el individualismo necio en solidaridad. El Futuro tiene que ser necesariamente nuestro Futuro solo necesitamos tu decisión. Eduquemos nuestros hijos para el nuevo milenio, eduquémoslos para construir, eduquémoslo para crecer no para contar.
La sociedad tiene también una influencia determinante en la educación no-formal de los jóvenes miembros que se incorporarán a ella y su mensaje sobre sus valores llega de una forma extraordinariamente eficaz.
¿Cuál es el símbolo de éxito que presenta la sociedad? ¿Es acaso el de un hombre dedicado al trabajo constructivo? ¿El del profesional que sirve con sus conocimientos a toda la comunidad? ¿Es el del hombre honrado cuya palabra vale tanto como un documento legal? ¿Es aquel que prefirió la desgracia o la cárcel para no renunciar a sus principios? ¿El incorruptible? ¿El honesto? ¿Aquel que dedico su vida al estudio o la investigación? ¿El maestro que ve cada día de trabajo como un ladrillo en la construcción eterna de la Patria? ¿Quizás el del sacerdote o pastor que sacrifican sus vidas personales por amor a su prójimo? ¿El de la Madre abnegada que no pide descanso para lograr el bienestar de sus hijos? ¿El médico que rinde sus servicios humanitarios sin horarios? ¿Es aquel que se quema en el ardiente sol del medio día para acariciar la tierra que nos ofrecerá a todos el pan de cada día? ¿El estudiante aplicado a sus deberes? Si las respuestas son negativas la sociedad está enviando un mensaje contrario a su supervivencia e intereses reales, está creando falsos prototipos y paradigmas negativos que necesariamente terminarán carcomiéndola y destruyéndola finalmente.
Si el éxito que presentan los comerciales es el de un hombre joven, en un auto caro de último modelo y sin que nadie sepa de donde sacó el dinero para su vida orgiástica, vamos a tener muchos corruptos.
Si les llamamos oportunistamente "Don fulano" a cualquier corrupto que logró acumular fortuna esa será la imagen del éxito a ser imitada por las nuevas generaciones.
La sociedad en general está produciendo mensajes aberrados y suicidas: Cuando cualquier deportista es capaz de ganar más dinero que un profesional dedicado y estudioso, es seguro que vamos a tener más deportistas que profesionales, pero la mayoría de los deportistas no alcanzarán ni fama ni fortuna, pero tendremos menos profesionales para construir nuestro futuro.
La sociedad toda, cada uno de sus miembros es responsable por el resultado obtenido y la responsabilidad es directamente proporcional al nivel de educación recibida por cada individuo.
Todos estamos sufriendo y pagando por la corrupción existente y deberemos ser nosotros los que asumamos una posición clara al respecto. Nadie va a hacer lo que tenemos que hacer nosotros. Que cómodo, quedarnos en la falsa seguridad de nuestra indiferencia y esperar que algún ser sobrenatural nos resuelva el problema.
Todos deberemos asumir nuestra responsabilidad al respecto o estamos en contra del cáncer moral de la corrupción o estamos a favor. Es hora de ser consecuente con nuestra conciencia, es la hora de la hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Al dejar un comentario enriqueces el tema en pro o en contra y tu opinión permanecera expuesta a todos.
Favor de dejar tu comentario