Ramfis Dominguez Trujillo

Introducción necesaria:

No conozco nada acerca de él, donde nació, que estudió, experiencia, calificaciones morales y profesionales, solo conozco a sus padres y familiares, tampoco conozco su herencia monetaria o de caracteres genéticos, pero si sé que no es responsable de las virtudes o pecados de sus antecesores y lo anterior invalida cualquier juicio que pueda externar sobre él.

Si conozco las luces y sombras del régimen de su abuelo, configurado con lo mejor y lo peor de nuestra sociedad por las buenas o las malas. Conozco, como todos los dominicanos, las abismales diferencias que pueden existir entre padres e hijos y dicho lo anterior pasaré a ofrecer mi opinión sobre la actual coyuntura nacional.

Estamos perdiendo el país y son cómplices las élites empresariales junto a los revolucionarios marxistas propulsores del socialismo del siglo XXI y esa coincidencia nos confunde a nivel de consciencia impidiéndonos entender y reaccionar. Si no desechamos los viejos criterios estaremos caminando mansamente hacia el patíbulo como hicieron los judíos en la Alemania nazi. Hoy no  existe la nación imprescindible para defender el país, lo que existe son todas las banderitas generadas por el quehacer político, oportunista y corrupto, y estamos siendo más leales a esas banderitas que al país.

Ante ésta tragedia muchos han  vuelto la mirada al ayer, cuando el país existía subyugado pero soberano, estamos apostando de nuevo a una respuesta pasada e irrepetible, primero porque ya el mundo no es el mismo, aunque nuestras banderitas no nos permitan verlo y segundo porque no todos los días nace un Trujillo en el mismo lugar, sin embargo hay que reconocer que no tenemos muchas opciones. ¿Como llegamos a esta grave encrucijada?

El desgaste propio del tiempo, en los hombres y los gobiernos de mucha duración, hicieron que el gobierno dictatorial terminara siendo más sangriento y  perjudicial que beneficioso para todos y esa condición permitió y motivó a que los  perjudicados, dentro y fuera del mismo gobierno, tuvieran la posibilidad y necesidad de eliminar la cabeza visible ya dislocada.

Es necesario identificar tres categorías dentro de los adversarios de Trujillo: un sector victimado directamenter por la tiranía como es lógico, otro sector que soñaba con la democracia, la libertad y algunos con la revolución y un tercer sector enemigo personal de Trujillo por el origen social del dictador, quien no era parte de los apellidos que según sus cánones merecían gobernar. El pequeño Cesar del caribe era odiado por ser una afrenta permanente e inaceptable para ellos y no por su estilo de gobernar como lo demostraron después. 

Luego de su ajusticiamiento y un periodo de mucha inestabilidad y dura represión se arribo al Consejo de Estado, gobierno de transición compuesto por muchos apellidos aceptables y que organizaría unas elecciones libres, modificaron mediante arreglos de aposentos ilegítimos la constitución para proscribir a los Trujillos por tres generaciones, para nombrar de por vida como generales del ejercito a Imbert Barrera y a Luis Amiama Tio y también para hacer posible la participación de  Bosh, quien  no era hijo de dominicanos como lo exigía la constitución. Nunca pensaron que podría ganar pero ganó, y esos mismos sectores el 22 de Diciembre, dos días después de las elecciones plantearon el golpe de estado por idénticas razones, lo catalogaron de Oclocracia "el gobierno de la plebe"

Ese golpe de estado trajo la guerra que produjo la invasión que junto a la cobarde no participación de Bosh en las elecciones dejaron a Balaguer y éste dejo al PLD con quien nos enfrentamos ahora. A mi humilde entender los no-trujillistas trajeron el país a la presente situación. No fui y no soy trujillista, pero esa es la realidad que puedo interpretar.

Ahora mientras el país sucumbe muchos tratan de agarrarse de un clavo ardiente que será incapaz de reordenar el país, por el simple hecho que nadie hará el trabajo por nosotros y también porque nadie quiere sacrificar nada. Esa perspectiva resulta ser en la práctica una peligrosa distracción porque vende la esperanza de que habrán elecciones en el 2020 y debemos entender que si la sociedad es incapaz de evitar que el invasor se cague en nuestras calles, que no irrespete y mancille nuestros templos patrios, no podrá impedir que ellos boicoteen las elecciones ya fraudulentas por experiencia.

Mi pronostico es que ese día, si llega, se tiraran a las calles en un frenético gaga que  intimidará y evitará las votaciones.

NINGUN PAIS INVADIDO PUEDE ORGANIZAR ELECCIONES Y DEBEMOS ENTENDERLO

Ver: Mi visión de la Historia Dominicana